La Paz del Desapego

La Paz no es tener lo que queremos, la Paz es Ser, es amar lo que se es. La Paz no es la euforia de conseguir algo material. Esa euforia es tan solo un espejismo, una ilusión que llega cuando se esquivan, por un momento, los miedos personales. Es algo que nubla la visión para no ver que ese miedo está ahí, impide sentirlo porque está ese algo externo a lo que aferrarnos. La frustración y la desdicha aparecen cuando ese asidero, ya sea un bien material, una relación o una situación, desaparece y las creencias colectivas o las memorias limitantes afloran de nuevo. La Paz llega con el desapego.

bebedurmiendo

Las cosas van y vienen, nacemos desnudos y nada traemos, morimos y nada nos llevamos. No hay pues nada a lo que aferrarse, es inútil y destructivo. Todas esas cosas solo son herramientas, no son ningún fin en si mismas. Busquemos pues la Paz trabajando y potenciando nuestro desapego, conectando con aquello que realmente somos, con esa divinidad interior que está ahí siempre, con la que nacemos y morimos, con la verdadera alegría de simplemente Ser.

Es útil preguntarse, con descaro, sin máscaras y con valentía, cada día, ante cualquier problema, ¿esto es vital? y si muero ahora mismo ¿de qué me arrepentiría realmente? es bueno tener presente que quien debe hablar es el amor de tu corazón, no el miedo de tu mente. Practica el desapego y atraeras abundancia y tu añorada Paz. Así no hay error posible.

 

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